José María Rodríguez Madoz nació en Madrid el 15 de marzo de 1958, estudió Historia del Arte en la Universidad Complutense de Madrid que simultanea con los estudios de fotografía en el Centro de Enseñanza de la Imagen.
Chema Madoz es uno de los fotógrafos españoles más singulares, con un estilo único y personal, que lleva desarrollando más de cuarenta años.
Ganó el Premio Nacional de Fotografía en el año 2000.
Estos son unos ejemplos de la fotografía de Chema Madoz:
CARACTERÍSTICAS DE LAS OBRAS
Las obras de Chema Madoz se caracteriza por su naturalidad, precisión y elegancia. Sus fotografías son bodegones de objetos cotidianos, modificados o creados por él mismo, que después fotografía con luz natural. Todas sus obras se fundamenta en el juego visual que ejercen estos objetos, aparentemente cotidianos, con nuestra memoria visual, creando una fricción cognitiva que siempre termina en sonrisa.
Sus obras "siguen girando en torno al objeto, pero cobran importancia aquellos que vienen a regenerar el discurso", como los que proceden de la naturaleza, la aparición de la figura animal, la inclusión del dibujo como otra forma de representación o las caligrafías que hacen alusión a la literatura, "pero con aspectos que tienen más que ver con el manuscrito".
La utilización de simbología por parte de Chema Madoz es un instrumento para expresar lo que el lenguaje escrito en la fotografía no puede, es una manera de dotar a un pensamiento de una carga semiótica que se transforma en significantes y significados a partir de signos visuales. Esto es, la conjunción de dos o más objetos significantes da lugar a un nuevo significado gracias al uso de imágenes como signos en sentido plástico.
RELACIÓN: IMAGEN-REALIDAD
La emoción racional, cualidad de las fotografías que tienen un proceso creativo previo a realizar la obra y cuya interpretación es diferente según el individuo que la ve y que se debe a que todas las personas tenemos sentimientos diferentes por nuestras vivencias pasadas o presentes, está presente en muchas de las obras del artista. Ya sea en una fotografía tomada en plena calle o en un estudio, siempre hay una idea preconcebida de la imagen a captar en la cabeza del ejecutor.
La fotografía está pensada a través de bosquejos en un papel y plasmada en obras artísticas antes de hacerla, de ahí que tenga un componente racional,se piensa la fotografía antes de hacerla, se tiene esa pre-idea anterior a la ejecución de la instantánea. La unión de ambos conceptos en un arte plástico como la fotografía resulta interesante ya que a toda imagen se le atribuye espontaneidad, la captura de un momento determinado que se para en el tiempo para la eternidad.
Ahora voy a analizar una de sus obras:
En esta fotografía apreciamos una pared de una habitación sin ningún elemento más que un espejo colgado en la pared y una escalera posada sobre este.
Es una fotografía de tipo minimalista, alejada de todo colorido, de tonos uniformes donde llama la atención el objeto, que es el protagonista de la foto. Un objeto que puede transformarse en otra sensación gracias a la ayuda de otro. Pero nunca se ayuda de efectos de postedición ni artificialidad. La manipulación es realizada previamente y a mano sobre el objeto. El resultado es el de una fotografía muy natural, sencilla, pero muy expresiva.
En esta imagen está presente la regla de los tres tercios ya que el espejo se encuentra en el punto superior izquierdo de la imagen, por lo que es ahí donde se encuentra el punto de interés de la foto.